Un día navideño en Stuttgart

Para desempolvar este espacio voy a platicar de nuestra visita a la ciudad de Stuttgart. Decidimos que íbamos a hacer un paseo corto porque los buena onda de los de Bahn nos enviaron unos boletos de promoción para viajar a la mitad del precio. Y pues nada más nos dicen paseo y ¡ya traemos los zapatos puestos! Queríamos ver un buen mercado de Navidad y nos decidimos por Stuttgart porque tienen un mercado grande, porque ese día iba a haber un concierto de coro en el castillo y sobretodo porque podríamos ver a una buena amiga y conocer a su bebita que ya cumplió un año.

La estación de trenes de Stuttgart es muy grande y por ahora está llena de máquinas y polvo porque resulta que la están cambiando por completo, ¡van a hacer toda la estación subterránea! Estos Alemanes no se andan con pequeñeses. Algo curioso es que los pasillos provisionales están cubiertos con unas mantas con fotografías de ciudades muy grandes, entre ellas una del DF con uno de los ahora inexistentes vochos taxis verdes.

Entrada principal a la estación de trenes de Stuttgart 

Vista nocturna de la estación de trenes de Stuttgart con el famoso símbolo de Mercedez-Benz

Total que cuando llegamos nos llamó la atención un letrerito que nos imaginamos podría ser el aviso de que había una maqueta de como iba a quedar la estación después de la renovación. Seguimos y seguimos y seguimos los letreritos por los pasillos subterráneos de la S-bahn (terminamos del otro lado de la calle de la estación) y encontramos que se trataba de una exposición de maquetas y trenes de una zona cercana en los años sesentas. Un par de viejitos nos recibieron y nos animaron a entrar a ver la exposición. Los boletos de entrada nos los cobraron en una maquina registradora super viejita. Las maquetas estuvieron muy bonitas, de verdad un gran trabajo, los trenes iban y venían y yo como niña siguiéndolos. Me gustaron mucho todos los detalles, casas, animales, personas, autos, árboles, montañas, puentes y un largo etcétera. Uno de los señores que nos animo a entrar nos platicó que en los ochentas ganaron el record guinness del tren de juguete más largo y que lo hicieron andar en los rieles reales de esa estación. Claro que nos sacamos foto con el hombre.

Después de los trenes nos encontramos con Giovanna y su familia, su hija Carmen está hermosa, iba muy abrigada con un bonito traje rosa. Nos fuimos caminando y platicando muy a gusto por la peatonal que sale de la estación de trenes rumbo al centro, donde empieza el mercado de Navidad. Llegando a la zona del mercado nos encontramos con un gran árbol iluminado, varios puestos de dulces navideños y algunos juegos mecánicos. Todos los puestos estaban decorados con mucho esmero, había muñecos de nieve, animales, nacimientos con muchas luces, santas y más.

Nos metimos a comer a un lugar de comida tradicional, decorado con mucha madera y en esta ocasión con un montón de motivos navideños. Yo pedí un plato mixto con varias especialidades de la región, todo rico y muy basto. No pude acabar con el plato, pero claro, saliendo sí pude con unos dátiles cubiertos de chocolate :) Después del postre nos fuimos al castillo antiguo y llegamos justo a tiempo para poder ir por un glühwien y disfrutar calientitos del concierto. ¡Muy bonito! El concierto fue en un patio donde los balcones estaban decorados con luces y estrellas, había un gran árbol de navidad iluminado y el escenario lo pusieron junto a una escultura de bronce. El coro muy alegre interpretó canciones navideñas, se veía a los cantantes muy sonrientes pasándola bien; el director hizo su esfuerzo para que el público participara al menos en una canción pero como que no funcionó, jeje. Me gustó muchísimo el coro.

Entrada principal al mercado de Navidad. Del lado izquierdo el castillo antiguo.

Patio del castillo antiguo

Coro de Navidad

Terminando el concierto caminamos un poco más por la ciudad, compramos en el mercado unos chocolates y una crepa y pasamos frente al castillo nuevo y por el edificio de la opera de la ciudad. Ese lugar me pareció encantador, a un lado de la opera se ve el costado del castillo nuevo y ambos se reflejan en un gran lago artificial que hace el trabajo de espejo. En el lago hay patos y un cisne; el cisne nos estuvo coqueteando y salió muy bien en las fotos.

Castillo nuevo

Edificio de la opera de Stuttgart

Costado del castillo nuevo

En el regreso a casa descansamos de lo lindo en el tren, mis piecitos ya no podían más. Fue un día muy bonito, como todos los que me regala mi Mau.

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Tschüss!

El frío y sus placeres

Ayer caí en la cuenta de cuanto se han acortado los días, el sol sale poco antes de las 8 de la mañana y poco antes de las 5 pm se vuelve a meter. Entré a una tienda a hacer unas compras, era de día, salí rápido y ya era de noche, jajajaja, ¡no es de dios! 

Lo bueno es que hoy es un lindo día, hoy sí entran los rayos del sol por la ventana. 

Jugando con el sol

Estos días fríos son muy buen pretexto para cocinar algo rico y calientito sin tanta culpa. Nuestro amigo Marc siempre dice que son días para descubrir lo lindas que son las casas, para disfrutar de las cenas con velas y sobretodo para cocinar y comer y beber; como él es el experto en esto de los otoños e inviernos fríos pues le haré caso :)

Decoración en el cumpleaños 40 de Marc. Día de muertos.

Me encontré un blog de cocina que me ha gustado mucho, La cocina mexicana de Pily, ya lo había visto desde hace tiempo pero fue hasta el viernes pasado que me animé a hacer una de las recetas, me arriesgué a preparar ¡unas conchas! Fue mucho más tardado de los que pensé. Tenía temor de que no salieran buenas, pero la verdad es que me gustaron bastante y pienso que si lo repito pueden mejorar. Mau me ayudó con la segunda parte de la receta, donde va la decoración. Yo había pensado sólo hacer conchas blancas, pero él sugirió hacer también de chocholate y fue excelente idea. Son las conchas de chocolate más chocolatosas que hemos comido :) La receta la empecé alrededor de las 2 de la tarde y las sacamos del horno a las 10:30 de la noche. Mmmm, mmmm, mmmmmm. Aquí la foto.

Como lo de las conchas salió bien creo que pronto me animaré con otros bizcochos. Mientras tanto me caliento un poquito con un buen té chai espumoso hecho en casita. ¡Tschüss!

El otoño

Hoy ha sido el día más frío de mi estancia, afortunadamente mientras esté en nuestro depa calientito no pasa nada :) 

Un tema que me emocionaba de estar en estos meses en Alemania, era ver el otoño y debo decir que ha cumplido mis expectativas. Los colores amarillos y rojos de diferentes tonalidades son hermosos. Las hojas cayendo como lluvia cuando sopla el viento, el sonido de los árboles que parecen grandes sonajas, el aire limpio y el crujir de las hojas en el piso mientras caminas  son romance puro.

 Las fotos son de mi parque favorito, que ayer por fin fui a visitar. Creo que no le hacen justicia las fotos, en vivo es mucho mejor.

Me voy porque Mau acaba de llegar a casita y vamos a cenar. Terminando hornearemos unas conchas blancas y de chocolate que hoy disfrutaremos con un buen chocolate caliente, por aquello del frío. ¡Aquí me tocó vivir!

Chicharrón en salsa roja

Pues nada, que desde hace días tenía un antojo terrible de chicharrón, no sabía si hacerlo en enfrijoladas o en salsa verde o roja y finalmente hoy lo preparé y según yo ¡quedó buenísimo!

Se me quedó la cosquillita desde hace varias semanas que nuestros amigos chihuahuenses, Clau y Luis, llegaron a casa con una bolsita de chicharrón que acababan de comprar en el centro. Se puede comprar en una tienda donde venden carne, salchichas, quesos y otras cosas en la calle Ernst-Ludwig-Straße que es la calle del reloj entre el castillo y Luisenplatz. Aquí el mapa y una foto. En la foto es la tienda que tiene la mesita con mantel amarillo afuera (lamento la calidad de la foto, pero la bajé de los mapas de google):

Bueno, en esa tienda lo compré y según mi gusto mexicano, está bueno pero el de México es mucho mejor. Este chicharrón es un poco más grueso y duro. Lo bueno es que al prepararlo en caldillo pues queda bastante bien. Aquí como lo preparé:

Puse a cocer en agua 4 jitomates medianos, un trozo de cebolla y un chile serrano (el chile serrano se puede comprar en Tegut, un supermercado medio fresa). El agua debe tapar los jitomates y pasarse un poquito más. Dejé que hirviera todo con la olla cerrada. Ya cocido, lo molí con un diente de ajo para hacer una salsa. El agua de cocción del jitomate la guardé. En la misma olla, pero ya seca, puse un poco de aceite (a mi me gusta usar de olivo) y ahí puse a sazonar la salsa de jitomate. Después puse sal de mar y un poco de orégano. Ya hirviendo a fuego medio, agregué el chicharrón en trozos, una papa en cuadritos (ya medio cocida) y el agua de los jitomates. Lo dejé cocerse un rato más a fuego bajo y ¡listo!

Disfrutamos mucho este platillo, con unas tortillas hechas a mano (de las que me trajo mi mami y que descongelé) y con unos frijoles sazonados con cebolla.

Aprovecho para contar que las tortillas hechas a mano se conservan bastante bien congeladas. Al calentarlas, después de descongelarlas, ¡hasta se pueden ver inflarse a algunas de nuevo!

Hasta aquí la plática comilona de hoy :)

Selva negra: Primera parada, Karlsruhe

Después de unos días muy lindos acompañada de mi mami, me siento otra vez a escribir. En estos días visité lugares muy hermosos e interesantes. Empiezo por el principio.

Una zona muy recomendada para visitar en Alemania es la zona llamada "Schwarzwald" que literalmente se traduce como "Selva negra". Fue un poco desconcertante saber que no se trata de una selva, si no de un bosque. Resulta que la palabra "Wald" se puede traducir como bosque, selva y monte, hmmm, en fin, jeje. Aquí una imagen de la zona:

La zona de la Selva negra está llena de pueblitos pintorescos, algunas guías de viaje recomiendan dedicar al menos 1 semana para visitarlos con calma. Nosotros fuimos un fin de semana y decidimos conocer Karlsruhe, Friburgo, Triberg y Baden-baden. El resto lo dejamos para la próxima vez. Yo quedé muy contenta.

No diré mucho de Karlsruhe, pues resulta que la mitad de la zona turística está en remodelación, había muchas excavaciones, grúas y ruido que a mí no me gustó. Algo gracioso es que cuando llegamos a uno de los sitios principales, donde hay una pequeña pirámide (tapada por ahora), decidimos tomar una foto y una señora que iba pasando se detuvo, señaló la pirámide tapada y las construcciones, se tocó la cabeza e hizo ademanes de disculpas por el reguero jajajaja. Aquí un collage de fotos.

Pues ni modo, seguimos nuestro camino, tomamos el tren y ¡llegamos a Friburgo! ¡Que bonito lugar! Pero Friburgo lo describo en la siguiente entrada. ¡Coma frutas y verduras!

Reserva ecológica Kühkopf-Knoblochsaue

Una de las cosas que más gratamente me sorprende de la vida en Alemania, es como la gente disfruta de sus espacios públicos, sobretodo de la naturaleza. Andar en bici por la ciudad está bien, pero los paseos por el bosque son lo mejor.

En esta ocasión, aprovechando el viernes libre por la celebración de la Reunificación alemana, nos fuimos en bici a conocer la reserva ecológica más grande del estado de Hessen: Kühkopf-Knoblochsaue. Está a unos 20 km de Darmstadt. Pasamos por Grieshem, Wolfskehlen y Erfelden. Erfelden es un pueblito con varias casas que se ven muy antiguas y es por ahí donde está la entrada a la reserva. Kühkopf-Knoblochsaue es una isla hecha por una pequeña rama del Rin, que hace una curva muy curiosa, sale del Rin y regresa a él después de marcar un diámetro de alrededor de 6.5 km.

Entrando a la reserva hay varios caminos. Hay zonas con árboles muy altos que dejan pasar poca luz y se vuelve muy fresco, de repente aparecen zonas con campos abiertos y muy soleados. A ambos lados del camino que tomamos para llegar al Rin hay muchos árboles de manzanas y de repente algunas bancas de madera que se antojan para sentarse un rato a disfrutar del lugar.

¡Wow! finalmente llegamos al Rin, me dio mucha emoción verlo. El río amplio, el sol cayendo y el cielo azul con nubes hermosas decorándolo, muy satisfactorio llegar. Nos sentamos un rato a disfrutar del río, escuchando el sonido relajante del agua correr. Tomamos algunas fotos y empezamos el regreso porque ya era tarde y teníamos que volver antes de que se hiciera de noche. 

Ya de regreso, en el camino de las manzanas, vimos a varias personas que estaban cortándolas así que nos animamos a hacer lo mismo. Una pareja de alemanes se detuvo junto a nosotros a conversar un poco y a mostrarnos su técnica para alcanzarlas. Ella se subía en los hombros de él y así lograban hacer su cosecha. Personas muy amables y gentiles; que delicia tener la tranquilidad de detenerte a cruzar un saludo y unas palabras con cualquier extraño.

El regreso fue fuerte para mí, nunca había rodado esa distancia, llegué con el último aliento, pero lo disfruté tanto que ya estoy pensando en cuándo podemos repetirlo. Vimos muchos paisajes hermosos, de ida y de regreso. Cielos donde los rayos del sol se marcaban en las nubes, sembradíos de lechugas de colores, milpas que siempre me recuerdan a México, campos arados listos para usarse, casitas pintorescas, vimos al sol grande y anaranjado bajar justo cuando nos quedaba a un lado de la torre de una iglesia a lo lejos, hermoso. Un paseo muy recomendable para un día de otoño.

Bosque en bici

Después del día de comilona, el domingo necesitábamos movernos, así que nos fuimos a dar la vuelta al bosque en las bicis. No había regresado al bosque desde principios de agosto así que ya le traía muchas ganas.

 El día fue hermoso, alrededor de 21 grados y el sol asomándose entre nubes coquetas. Me encantan los bosques de Darmstadt, siempre encuentras gente caminando, corriendo, en bicis o sólo sentada disfrutando del día; viejitos, mamás con carriolas, parejas, personas solas, padrísimo. 

Y este domingo además nos encontramos una exposición de arte en medio del bosque, muy interesante. La exposición de arte se llama "Realität und Romantik". Nuestra ruta fue de 19 hermosos kilómetros llenos de aire fresco, árboles enormes y hermosos, bajadas emocionantes, subidas intensas, paisajes y lo mejor, mucho amor compartido. 

Chiles en nogada hechos en Alemania

Como esto será algo así como un diario empezaré platicando del lindo fin de semana que acabo de tener.

El sábado fue espectacular en la cocina, mi esposo y yo nos aventamos a preparar unos deliciosos chiles en nogada, que bueno, estando en México ya son un reto, pero viviendo en Alemania son toda una odisea. Ya teníamos la conquillita desde hace semanas, agosto y septiembre son meses de temporada y nosotros teníamos mucho antojo. Hace unas tres semanas a falta de chile poblano decidí hacer crepas en nogada, con el picadillo y nogada típicos del platillo. Puedo decir que quedaron bien, las repetiría sin duda, pero seguimos añorando unos con el clasico poblano. Dejo la foto el las crepas.

La gran sorpresa fue que en el mercado que se pone en Markplatz vimos unos pimientos en forma de chiles, hasta ahora todavía no se qué clasificación tengan, ¿chiles? ¿pimientos? pero nos arriesgamos a llevarlos y convertirlos en unos ¡chiles en nogada! Su sabor es bastante bueno, ya cocidos saben muy cercano a las típicas rajas de chile poblano aunque sin picar absolutamente nada. Todo lo demás lo conseguimos fácil, nueces, piñones, acitrón, queso de cabra, etc. Desafortunadamente la granada ya no está roja, lo bueno es que de sabor está muy buena. La preparación fue divertida, los hicimos en tres horas, tatemamos y limpiamos los chiles, preparamos el picadillo y la nogada muy a nuestro estilo (al picadillo le pusimos arándanos jeje) y bueno, todo quedó delicioso. Afortunadamente invitamos a unos amigos a comer, porque capaz que nos acabamos todo solos jajajaja. Aquí las fotos de la preparación y del resultado final. El sabor que fue tremendamente bueno :)